23 de marzo de 2015
La gente tenía sobrados motivos para no dejar pasar esta ocasión y expresar en forma enérgica su hartazgo, desencanto e indignación (VIDEO – FOTOS)
Marcha del 19 M fue una victoria del pueblo y de los trabajadores
“Mañana se marcha porque estamos contra
la organización laboral, contra los sindicatos”,
ironizó Correa durante un acto público en Quito
(Xinhua).” (18-03-15) ¿Ironía o realidad?
Quito, 20 de marzo de 2015
Una contundente muestra del creciente descontento y rechazo a las políticas públicas actuales, constituyó la marcha que se realizó este jueves 19 de marzo en algunas ciudades del país. En Quito, como señala diario El Comercio en su edición del 20 de marzo, la marcha cubrió 22 cuadras, lo que confirma el dato de que al menos 70 mil personas participaron en ella.
La marcha fue más allá de las expectativas. El fuerte aguacero que cayó sobre la capital no detuvo para nada ese ímpetu rebelde de este pueblo Kuitu Kara, que no se vende por un plato de lentejas. La intensidad de la lluvia, a no dudarlo, conspiró para que un mayor número de personas participe en este acto democrático que busca rectificaciones en el oficialismo.
La gente tenía sobrados motivos para no dejar pasar esta ocasión y expresar en forma enérgica su hartazgo, desencanto e indignación, pues sienten, y así lo han reiterado, que las clases populares, sindicales, indígenas, campesinas, maestros, estudiantes, profesionales, jóvenes, ecologistas, artistas, jubilados, amas de casa, que participaron en la marcha, han sido traicionados.
La marcha de este jueves 19 de marzo fue la más importante de las cuatro que se han desarrollado hasta el momento (17 de julio, 17 de septiembre y 19 de noviembre de 2014), por la envergadura que alcanzó y la fuerza de sus protagonistas, expresada en coros, consignas y cantos, en carteles, afiches, pancartas, volantes y banderas, que contenían frases de repudio al gobierno y sus políticas.
A la gente en general, pero en particular a mujeres, niños y jubilados no les importó la lluvia ni sus consecuencias, sino salir a la calle con paraguas y plásticos, y expresar su descontento por el aumento de la inflación y de los precios de los productos de primera necesidad, no obstante el discurso oficial que asegura que solo los productos de importación subirán sus precios por las sobretasas. Pero la gente siente que no se le habla con la ¡VERDAD!, porque su realidad cotidiana es distinta.
Igual que en tiempos neoliberales
Tildar a esta marcha como un “fracaso” no hace más que evocar a aquellos gobiernos neoliberales de nuestro país de los años 80, que siempre calificaban de esta manera a la manifestación de los trabajadores y del pueblo en las calles.
Recordemos, por ejemplo, cómo se consideró a la huelga nacional de los trabajadores del 14 de mayo de 1981: “Mientras el gobierno de (O. Hurtado) considera que la huelga decretada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), realizada ayer, fue un fracaso, debido a la intromisión política, las centrales sindicales expresan que la medida de hecho se cumplió con éxito en el país.” (http://www.elcomercio.com.ec/actualidad/politica-demandas-sectores-sociales-marcha.html).
Esa adjetivación de fracaso significa cerrar los ojos y negarse a aceptar una realidad evidente de descontento que crece en el país. Pero, además, significa un insulto a toda esa gente que salió a las calles pese a la lluvia para pedir un alto a la intolerancia y la autocracia, a la criminalización de la protesta social, el ataque a los trabajadores y a las organizaciones sociales, en contra de las sobretasas, entre otras motivaciones.
Decir que la marcha fue un fracaso resulta un contrasentido, cuando por todo lado, y por la información que emiten los medios de comunicación, se da cuenta de una marcha de trascendencia que rompió el miedo. Hablar de fracaso ante las evidencias no hace más que aumentar la incertidumbre y la desconfianza.
Las notas de la prensa, de la radio y de la televisión que narran el desarrollo de las marchas del 19 M en diferentes ciudades, deberían hacerle reflexionar al régimen y a su movimiento PAIS. Pero no, más importante parecen ser la soberbia y la descalificación.
Los hechos aislados producidos luego de la marcha en Quito en horas de la noche, que antes y en todo momento transcurrió en forma pacífica, para nada ensombrecen ese pronunciamiento firme y altivo del pueblo en las calles. Son hechos aislados inducidos además por elementos infiltrados y provocadores, que gracias a la actitud atinada de la dirigencia sindical se pudo evitar consecuencias mayores. Las imágenes que transmitieron algunos canales de TV son elocuentes.
Lo que sí se debería explicar es por qué, curiosamente, en el momento de los discursos de los dirigentes de la marcha se interrumpió la energía eléctrica en la Plaza de San Francisco. ¿Un caso fortuito, coincidencia o un acto de sabotaje?
Explicaciones sobre intervención de la CIA
Pero ahora el gobierno, tal como suele pedir a la oposición y a la prensa, tiene la obligación moral y política de ser transparente y explicarle al país, con claridad y sin subterfugios, ni artilugios que buscan distraer la atención y tratan de descalificar a la marcha y a sus dirigentes, en qué sectores está infiltrada la CIA y cuál es la participación de este organismo de espionaje norteamericano en el país, y qué sectores opositores obtienen financiamiento de la derecha internacional, como señala una nota de AFP y publicada en El Universo el 21 de marzo de 2015 (http://www.eluniverso.com/noticias/2015/03/21/nota/4681116/rafael-correa-acusa-cia-infiltrarse-protestas), y que atribuye a declaraciones del presidente Correa.
Aunque claro, después a las pocas horas, el gobierno pidió a la Agencia France Presse (AFP) rectificaciones, pues considera que fueron tergiversadas las declaraciones de Correa. Qué pensaría usted compañera y compañero de estas expresiones del mandatario en su sabatina (21-03-15), mucho más cuando a la prensa se le exige en todo momento contextualizar sus notas, es decir en qué contexto se producen hechos o se emiten ciertas declaraciones:
“Es gente que no tiene nada que perder, es gente que busca incluso que la detengamos, etcétera, para victimizarse. Es gente que no tiene nada que perder, son los kamikazes, los talibanes, incluso la derecha, porque le hacen el favor a la derecha, hay infiltración de la CIA, etcétera, para desgastar a nuestro gobierno, para quitarnos la alegría…”, manifestó Correa (http://www.andes.info.ec/es/noticias/gobierno-ecuador-pide-rectificacion-agencia-afp-tergiversar-declaraciones-presidente-correa).
Lo que sí es cierto, es que esta marcha en Quito y otras ciudades como Cuenca, Guayaquil, Esmeraldas, Machala, Portoviejo, Latacunga, Santo Domingo de los Tsáchilas, Loja, Tulcán, entre otras,fue una contundente victoria de los movimientos indígenas y sindicales, por el apoyo recibido de otros grupos sociales y de la ciudadanía en general. Porque a esta marcha nacional salieron no solo los sectores organizados, sino los ciudadanos que observan cómo sus condiciones de vida y de trabajo se deterioran rápidamente por los equívocos cometidos en el manejo de la política económica.
Por ello, esa “denuncia” tendría un tufillo a descalificación, porque el desarrollo de la marcha fue también un contundente mentís a todos aquellos que anunciaron que la derecha y la banca desfilarían con los trabajadores, indígenas y campesinos. Eso jamás ocurrió.
Demandas conoce la ciudadanía
El derecho a la estabilidad laboral y libertad sindical y la aprobación de una Ley de Tierras que propicie una real reforma agraria integral que redistribuya la tierra; y, la reforma a la Ley de Aguas y la elaboración de un nuevo Código Orgánico de Trabajo, forman parte del la plataforma de lucha que se lo ha hecho público y que las principales autoridades dicen ignorar.
También se exige libre ingreso a una carrera universitaria, legalización de la sede de la CONAIE en Quito, y revisión de las salvaguardias arancelarias, por considerar que incidirán en un alza de los precios de los productos de primera necesidad, como en la realidad está ocurriendo.
Las demandas casi son las mismas dese la primera marcha del 17 de julio de 2014, solo que se las ha ido actualizando de acuerdo con los acontecimientos de coyuntura. Las Resoluciones de la Cumbre de los Pueblos del 5 y 6 de marzo de 2014 contienen las principales preocupaciones de los movimientos sociales (Estas resoluciones se las puede encontrar en esta página web).
Pero el pueblo en las calles también demanda reformas a las leyes de Comunicación y Código Penal y se opone a la eliminación del subsidio al gas de uso doméstico, a las cocinas de inducción eléctrica y a la pretensión de eliminar de la Ley de Seguridad el 40% que tiene la obligación el Estado de cubrir a la pensión del jubilado.
Otros colectivos marcharon contra la explotación petrolera en el Yasuní, el tratado de libre comercio con la Unión Europea y la política de planificación familiar que es impulsada desde el Ejecutivo, entre otras.
PRENSA