‘Sería grave que el Gobierno tratara de cambiar la historia de Eloy Alfaro’

Tomado del diario El Comercio domingo 22 de enero 2012

 

Gobierno

 

 

 

 

 

“El Gobierno pretende alterar documentos en contra de las posiciones progresistas”, dice Enrique Ayala, rector de la Universidad Andina y militante socialista. HOJA DE VIDA Enrique Ayala Mora Su trayectoria. Enrique Ayala Mora, ibarreño, fue diputado por el Partido Socialista Revolucionario y ha sido dirigente de esta agrupación. Es Rector de la Universidad Andina y ha escrito decenas de libros sobre historia ecuatoriana. ¿Qué Eloy Alfaro debemos recordar este 28 de enero? ¿El líder revolucionario de carne y hueso o el ser mítico que se está creando desde el oficialismo? La figura de Alfaro ha sido mitificada desde mucho antes. Incluso desde antes de que triunfara su revolución. ¿Fue siempre una leyenda? Fue una leyenda incluso desde que fue derrotado una y otra vez como guerrillero en los años 80 del siglo XIX. Y por eso mismo llegó a ser dictador, porque era una leyenda. ¿Qué relación tiene ser una leyenda y convertirse en un dictador? Cuando se produjo la revolución y los grandes oligarcas guayaquileños y los intelectuales liberales buscaron un líder, no pudieron encontrarlo en sus filas y tuvieron que acudir a este líder popular que ya tenía un gran arraigo, sobre todo en las masas costeñas. ¿Fueron ellos quienes lo nombraron dictador ? No tuvieron más remedio que nombrarlo dictador el 5 de junio de 1895. ¿Por qué había que tener un dictador para esa época? Había que tener un líder de una revolución. Que no es lo mismo que un dictador… En ese momento sí se necesitaba esa figura, porque se iba a romper el régimen constitucional conservador y era necesario un cambio radical. ¿Cómo se explica que la oligarquía haya puesto a Alfaro en el poder? Alfaro nunca fue simpático para la oligarquía. Pero era un gran líder militar y un político muy popular y por eso tuvieron que ponerlo en el poder y aguantarlo durante 17 años. ¿En esa dictadura hubo abusos de poder? Como en todas. Incluso hubo el asesinato cruel a un periodista conservador. ¿Cuál periodista? Víctor León Vivar, que fue tomado preso, torturado y sobre todo perseguido, incluso haciendo un sainete de su fusilamiento. ¿Quiere decir que en el régimen de Alfaro hubo intolerancia a la crítica política? Hubo excesos, obviamente. Pero hay que ubicarse en la época. Era una época de mucha violencia, había una prensa muy agresiva, los periódicos le decían todos los días “indio Alfaro, la madre puta que te parió”. Pero no creo que cabe comparar esa época con la llamada “revolución ciudadana”. ¿Usted encuentra elementos similares entre la revolución de Alfaro y la “revolución ciudadana”? Ojalá hubiera más similitudes de las que encuentro. ¿Cuáles ha encontrado? Yo creo que existe una genuina preocupación por la patria. Recobrar esos valores nacionales es un mérito indiscutible del presidente Rafael Correa. Y en ese marco me parece muy bien recobrar la figura de Alfaro luego de años de vergüenza, porque los gobiernos oligárquicos, en especial hasta el año 2000, impidieron que nos acordáramos de la patria. ¿Qué otros méritos encuentra en el actual Gobierno? Haber recobrado el espacio del Estado, el espacio de lo público, es muy importante. Es otro mérito. Pero eso no quiere decir que este Gobierno se parezca al de Alfaro. ¿Por qué no? Porque Alfaro era un revolucionario y eso era lo fundamental. Él llevó adelante una revolución. ¿Y la actual no es una revolución? Este Gobierno ha hecho algunos cambios, pero estos ni siquiera se acercan a lo que significa un proceso revolucionario. La revolución se hace con el ejemplo. ¿No cabe, entonces, que la “revolución ciudadana” se adjudique a Alfaro como símbolo de su Gobierno? Está muy bien que en un proceso de cambio se tome como referente a Alfaro. Lo que no me parece bien es que el cambio no sea tal, que solo se hagan cambios secundarios y no de fondo. Se habla de un posible “juicio histórico” a quienes fueron culpables de la muerte de Alfaro. ¿Cabe hablar de un juicio 100 años después? Desde el principio se acusó a los verdaderos responsables, así que con ese supuesto juicio estaríamos descubriendo el agua tibia. ¿Quiénes fueron los responsables del crimen? Los responsables fueron el gobierno liberal oligárquico, los sectores conservadores vinculados al clero que, obviamente, influyeron en una poblada que ya se había cargado contra Alfaro. ¿Cómo influyeron estos sectores? Usaron la prensa, usaron el púlpito (que fue más eficiente que los periódicos), usaron el rumor y levantaron un populacho, una masa que fue la protagonista del asesinato a Alfaro. ¿Cuáles eran las condiciones en que vivía la mayoría de gente como para justificar que haya ocurrido eso? No había pobreza, pero sí hubo alza de precios. ¿Eso desgastó de alguna forma al gobierno de Alfaro? El poder desgasta y, sobre todo, se desgastó el poder revolucionario que llegó a un punto y no pudo avanzar más allá. ¿Por qué no pudo avanzar la revolución? ¿Qué pasó? Dos hechos fundamentales: uno, se agotó, en buena parte, la capacidad revolucionaria del radicalismo; y, dos, la oligarquía tuvo miedo de que Eloy Alfaro siguiera gobernando. ¿Y entonces se debilitó la revolución? Las dos cosas convergieron en una conspiración expresa para liquidarlo y sacarlo del medio. ¿Alfaro se desgastó también por su propia actitud? Ponía y quitaba candidatos (como pasó con Emilio Estrada) y manejaba el Estado en función de sus emociones… Era la lógica del poder de entonces. Alfaro lo hizo, pero Plaza también puso un candidato que apoyó personalmente (Lizardo García) y luego los líderes de la plutocracia hicieron lo mismo. No es justificable lo que hizo Alfaro, pero es explicable, porque si no se hacía una sucesión del poder con un proceso fraudulento hubieran ganado los conservadores. ¿Usted justifica una dictadura y un fraude en función del proceso revolucionario? Claro que sí, porque las revoluciones no se hacen a pañuelazos. Las revoluciones se hacen con cambios radicales. Y a veces eso supone romper un orden jurídico injusto. ¿Aunque sea rompiendo la Constitución? No voy a caer en el formalismo absurdo de decir que Eloy Alfaro rompió la Constitución. Claro que la rompió, pero era para romper con un sistema que había dominado al país más de 60 años con un sistema de oprobio y explotación, de violación sistemática de las libertades, como por ejemplo la libertad de prensa. Un sistema que daba a los obispos la capacidad de censurar a la prensa y a los periodistas no era un sistema justo. Había que derrocarlo. ¿Y Eloy Alfaro fue tolerante con la prensa? Fue muy respetuoso con la prensa. Aguantaba con mucha hidalguía lo que le decían, pese a que algunas cosas eran terribles. En algún momento hubo un ataque violento a un periódico, pero eso más bien fue una excepción. En general, Alfaro fue muy tolerante con los periodistas. ¿Lo que no es el actual Presidente de la República? Claro. No hay ataques físicos a los periódicos o a los medios, pero lo que pasa ahora es que el Estado tiene más recursos para intentar controlar y contrarrestar las críticas. Sin embargo, también hay que preguntar de quién son los medios, esa es una muy buena pregunta siempre, en tiempos de Alfaro y ahora. ¿De quién son los medios? Los medios en tiempos de Alfaro pertenecían fundamentalmente a grupos de poder vinculados con el conservadorismo, la aristocracia tradicional y sectores bancarios y comerciales. ¿Y ahora? La prensa, en su gran mayoría, también está vinculada a los grupos económicos del Ecuador. Y al Gobierno también… Claro, porque no se puede decir que existan medios públicos autónomos. Lo que acá se denomina prensa pública en realidad está controlada por el Gobierno. Los medios públicos deberían tener un control directo de la sociedad civil y de los ciudadanos. Volvamos a Alfaro. ¿Cuán importante es que se pretenda ahora revisar la historia sobre el crimen de 1912? Una cosa es tratar de encontrar nuevos elementos históricos que nos permitan conocer mejor el pasado, y eso siempre será bueno, sobre todo acerca de un hecho tan monstruoso como fue la muerte de Alfaro. ¿Y eso es lo que está sucediendo ahora? No necesariamente. Sería terrible que por decisión gubernamental se alteren documentos. Y lo que he podido entender de la intención del Gobierno es alterar la partida de defunción de Alfaro o “cambiar la historia”. Y eso sí es muy grave. No ganaríamos nada con eso y sentaríamos un pésimo antecedente de alterar documentos públicos. ¿No está bien alterar documentos históricos aunque sea con intenciones políticas o militantes? Alterar un documento histórico, con cualquier intención, es un mal precedente. ¿Cambiar la partida de defunción para decir que la prensa mató a Alfaro? Eso no va a pasar… Vea, ustedes están obsesionados con pendejadas. ¡Están cayendo en la agenda de Correa, por Dios! Pero el Gobierno lo hace… Que hagan ellos, pero ustedes por qué le siguen la corriente. Porque hay medios que siguen ese juego… Que lo hagan, pero algún medio responsable tiene que hacer lo que se debe hacer: decir claramente que alterar documentos históricos es un acto antiético, inmoral y antirrevolucionario.

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