Desempleo se dispara, dijo la Cedocut en agosto de 2016

REALIDAD. Decenas de personas pululan por las calles de Quito en busca de algún trabajo casual.

Según las cifras oficiales, más de la mitad de la Población Económicamente Activa está en precariedad laboral.

Las autoridades del frente económico del Gobierno, encabezadas por David Vera, director del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), se mostraron satisfechos de que el porcentaje de desempleados aumentó de 2015 a 2016 del 4,77% al 5,21%.

Sin embargo, analistas como Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, o José Hidalgo, de Corporación Cordes, concuerdan en que juzgar el desempeño económico del Gobierno solo través del índice de desempleo es irreal e incompleto porque deja de lado todo el universo del empleo inadecuado, donde se incluye todo el sector informal de la economía.

En diciembre de 2015 había 375.892 desempleados, pero para diciembre del 2016 está cifra aumentó a 410.411 personas. En el lapso del último año 34.519 ecuatorianos se convirtieron en desocupados.

El empleo inadecuado, que considera a personas con una actividad económica que no satisface las condiciones mínimas de horas o ingresos, pasó de incluir a 3’605.962 millones de personas en diciembre de 2015, a incluir a 4’203.789 millones de personas en diciembre de 2016. En el lapso del último año 650.427 ecuatorianos pasaron a realizar actividades económicas informales.

En términos porcentuales. la precariedad laboral en el país pasó del 48% al 53% de la Población Económicamente Activa (PEA) en solo un año.

De eso sabe mucho Marcelo Márquez, quien se define como albañil y sugirió a las autoridades que “se den una vuelta” donde ellos se concentran a diario en busca de una oportunidad de trabajo como el redondel de Chillogallo, la 24 de Mayo y la entrada a Carapungo, en Quito.

“Todos los días, especialmente lunes y martes, hay bastante gente que viene acá a buscar trabajo y no hay. Aquí nos pasamos todo el día y nos gustaría que el señor (Rafael) Correa nos abriera puertas de trabajo.

Básicamente, nos estamos muriendo del hambre, somos padres de familia que necesitamos llevar el pan a la casa”, expresó.

Denise Rengifo, quien tiene 24 años y hace seis meses se graduó de la universidad, es una de las miles de jóvenes que están en el desempleo. La única oferta que ha recibido hasta ahora fue en un trabajo informal que nada tenía que ver con su profesión, en el que se le ofrecía 300 dólares, es decir, menos del salario básico unificado, lo cual no aceptó.

La realidad

Cuando se suman el desempleo y el empleo informal resulta que más de un millón de familias ‘tipo’, de cuatro miembros, o lo que es lo mismo 4’616.246 millones de ecuatorianos no tienen ninguna actividad, o la actividad que tienen no les alcanza ni para cubrir las más básicas necesidades.

“Esto es un fracaso de la política económica del Gobierno porque más del 60% de las personas en edad y actas para trabajar no han encontrado oportunidades laborales dignas y seguras durante el último año”, afirma Jaime Carrera.

Por su parte, las autoridades económicas argumentan que el aumento del desempleo y del empleo informal se debe solamente al aumento de la PEA. Sin embargo, la PEA solo se incrementó en 370.000 personas. “La mejor medida de una adecuada política económica que acompañe al empleo es que las oportunidades laborales vayan lo más cercano posible a la evolución de la PEA. Así que la explicación de que la precaridad laboral se explica solo por el crecimiento del PEA no se sostiene”, concluye José Hidalgo. (JS)

Cifras

34.519

desempleados más se registraron en 2016 respecto de 2015.

650.427

nuevos subempleados se registraron